Algunos consejos para hacer dieta en verano:
• Bebe mucha agua. En verano es importante mantenerse bien hidratado. El agua ayuda a saciarte y reduce el apetito. Trata de beber 6-8 vasos de agua fría por día.
• Come más ensaladas. Las ensaladas son ligeras, refrescantes y bajas en calorías. Incluye vegetales como tomates, pepinos, zanahorias y apio. Puedes agregar pollo a la plancha o atún para hacerla más completa.
• Disfruta frutas de temporada. Las frutas de verano como melón, sandía, fresas y arándanos son deliciosas y satisfacen tu ansia de cosas dulces de forma natural.
• Escapa de las calorías vacías. Limita alimentos como patatas fritas, nachos, helados y galletas. Prefiere snacks crujientes y refrescantes como palitos de zanahoria y apio con salsa, o yogur con frutas.
• Muévete. El ejercicio no solo quema calorías sino que también te ayuda a liberar calor del cuerpo. Camina, corre, nada o anda en bicicleta. Hacer ejercicio al aire libre por la mañana o al atardecer cuando el clima está más fresco.
															Seguir estos consejos te permitirá hacer dieta de forma refrescante y saludable en los meses de verano. En verano también se puede disfrutar de una buena comida fresquita.
– Marta González Dietista
Beneficios de una dieta en verano:
Hacer dieta en verano tiene varios beneficios:
- Pérdida de peso más rápida. En verano nuestro metabolismo se acelera, lo que significa que quemas calorías más rápido. Esto puede ayudarte a perder peso más fácilmente si sigues una dieta saludable y haces ejercicio.
 - Mejora el estado de ánimo. Los rayos del sol proveen vitamina D, que actúa como hormona e influye en el estado de ánimo y el bienestar. Comer alimentos frescos y naturales de temporada también te puede hacer sentir mejor.
 - Más energía. La comida de verano tiende a ser más liviana, simple y fácil de digerir. Esto significa que tu cuerpo no gasta tanta energía en digestión y absorción, transfiriéndola a otras funciones. Aprovecha esta energía extra siendo activo y haciendo más ejercicio.
 - Descanso mejor por las noches. Las altas temperaturas pueden dificultar el sueño. Comer cenas ligeras, bajas en calorías y sin alcohol ayuda a que tu cuerpo se enfríe, lo que facilita conciliar el sueño.
 - Menos retención de líquidos. El calor excesivo puede causar inflamación y retención de líquidos. Mantenerte hidratado, consumir más electrolitos como el potasio y comer alimentos antiinflamatorios ayuda a aliviar este problema.
 - Mayor vitalidad y longevidad. Seguir una dieta balanceada en temporada, rica en alimentos frescos y naturales, es muy nutritiva y antioxidante. Esto se traduce en piel más saludable, mejor función inmunológica, mayor vitalidad y años extra de vida.
 - Mayor disfrute de las actividades. Cuando estás en tu peso ideal y con más energía gracias a una alimentación saludable, puedes disfrutar más de todas las actividades que ofrece el verano como la playa, el ejercicio al aire libre, paseos y viajes
 
En definitiva, una dieta nutritiva en verano puede proporcionarte múltiples beneficios tanto físicos como emocionales. Aprovecha la época para cuidar tu línea y adoptar hábitos que mejoren tu salud y calidad de vida a largo plazo
											
